Simples profesores y verdaderos maestros...

En todo nuestra carrera educativa hasta el momento, durante 18 años de vida, hemos pasado por cientos y cientos de clases con decenas y decenas de profesores . Lamentablemente, hemos tenido que soportar a ciertos profesores cuyas clases se nos hacían la cosa más soporífera y tediosa del mundo. No hay nada peor que un profesor que no sepa comunicar a sus alumnos, que no sepa EMOCIONAR a sus oyentes, que no sepa cómo hacer que unos simples estudiantes lleguen a sentirse motivados por una asignatura y lleguen verdaderamente a amarla.

Está más que demostrado que si tu consigues apasionar a un alumno con tu asignatura, sus capacidades de aprendizaje se verán tremendamente multiplicadas y sus probabilidades de tener resultados excelentes también. Es importantísimo que un profesor sepa llegar al corazón de sus oyentes, para ganarse su respeto y atención. Y es curioso cómo, a pesar de sonar tan fácil cuando lo lees, muy pocos profesores saben verdaderamente cómo desenvolverse en una tarea tan fundamental en el proceso educativo.

A pesar de ello, sí es cierto que hay algunos profesores, a los que acostumbro a denominar maestros, que saben cómo enganchar a la audiencia. Son verdaderos diamantes del sistema educativo a los que se debe admirar y de los que se tiene que sacar el mayor jugo posible. Es curioso cómo la inmensa mayoría de estos maestros son de una avanzada edad, fruto de una larga experiencia, y es también interesante, a la par que triste, cómo solo somos capaces de nombrar a unos pocos maestros que nos hayan marcado verdaderamente. Ni una decena en la mayoría de los casos... muy muy pocos si tenemos en cuenta el tiempo que hemos pasado dentro del sistema educativo.

Es esencial un buen entendimiento y una buena conexión maestro-alumno, para lo cual se deben establecer constantes diálogos y fomentar la atención personalizada

Bien, dicho esto, creo que es momento de listar a mis maestros y la breve explicación de por qué me marcaron tanto y los admiro tanto como personas y como MAESTROS. Y lo voy a hacer por orden cronológico, empezando por cuando éramos pequeños.

El primero de ellos es mi antiguo maestro de primaria, Ángel, quien nos impartió clase magistral tras clase magistral durante 6 años seguidos, toda la educación primaria. Ángel era un hombre robusto y con pinta de duro pero con un corazón enorme y profesional. Él fue el primero que nos inculcó valores, a no rendirnos jamás y la importancia de respetar a los demás. Además, tras 6 años seguidos dando clase a los mismos, nos conocía a todos y a cada de nosotros como la palma de su mano, lo cual facilitaba muchísimo

El siguiente fue Pablo, mi profesor de Lengua de 1ºESO. Pablo era un interino tímido e inseguro que venía dar clase a unos rebeldes chicos de 1ºESO. Yo había atravesado una época mala marcada por la muerte de un familiar muy querido, y él fue de los pocos que me ayudó a pasar aquel mal trago y a que mi rendimiento y mis resultados se vieran afectados los menos posible. ¿Lo mejor? que lo consiguió. Jamas lo olvidaré.

Mas tarde, dos años después conocería a la seía una de las mejores profesoras que jamás he tenido hasta le momento. Ella es Mª Ángeles, mi maestra de biología desde 3ºESO hasta 2º BACH. La admiro muchisimo tanto como profesora como persona, porque se nota que ama lo que hace y sabe engatusar a sus alumnos y ganarse su respeto. y como perosna es una mujer fuerte, valiente, con ganas de vivir y perseverante. Transmitía pasión y contagiaba a los demás.

Y por último pero no menos importante, Aurora, mi tutora y mi profesora de lengua en 1 y 2 de BACH. Es simplemente insuperable. La mujer más profesional y que más se preocupaba por sus alumnos. Y a mi personalmente me ayudo enormemente durante esos 2 años. Jamás se me olvidará aquella conversación que tuvimos ella y yo en vísperas al comienzo de la selectividad... Yo estaba tremendamente nervioso y no tenía seguridad en mi mismo. Bien, pues fue ella la que me ayudó a espantar malas vibraciones y me dio seguridad y confianza. Estoy seguro que esa charla de uno a uno es muy difícil que la haga cualquier profesor, es por eso que ella es especial para mí.